jueves, 10 de febrero de 2011

El envejecimiento de la piel

Es muy común que, al cruzar la barrera de los 35 años, comencemos a notar muy molestas la aparición de arrugas y surcos en la piel.
Luego, nos empezamos a irritar por la aparición de manchas y tonos de piel más opacos, para descargar un grito de furia cuando notamos que, finalmente, la piel ha perdido elasticidad y firmeza, a causa del bajo nivel de hidratación.
Por esto mismo, los institutos y laboratorios de belleza están invirtiendo cada vez más dinero para estudiar y tratar los procesos de envejecimiento de la piel, entre los que se incluyen, como principales causas, la deshidratación y la oxidación, así como una mayor lentitud en la renovación celular.

Envejecimiento de la piel: los tres factores principales

Muchos de estos estudios, han demostrado que la sequedad de la piel es consecuencia de la reducción de los agentes hidratantes.
De esta forma, además de bajar los niveles de reservas de agua, también se reducen otros elementos como los aminoácidos o las proteínas, lo que provoca la pérdida de las estructuras de cristal líquido, que da como resultado una piel menos luminosa y más apagada.
Con respecto a la oxidación, se puede afirmar que su principal causa es la desnaturalización molecular.
Este proceso tiene que ver con un proceso de debilitamiento de la pared celular, cuya causa es, principalmente, la destrucción del colágeno y la elastina por parte de los radicales libres, lo cual provoca que la epidermis pierda elasticidad y firmeza. Además, se reduce la capacidad de regeneración de la piel, y aumentan las arrugas.
En último lugar, existe un mayor tiempo de renovación de la piel, a causa, justamente, de la mayor lentitud para la renovación celular, un problema que se intensifica con los años. Al hacer más lenta esta renovación celular, el tejido epidérmico pasa a ser más fino.
Por lo tanto, el espesor del estrato corneo de la epidermis -es decir, la capa exterior de la piel que actúa como su principal protección frente a lo agentes externos-, pasa a ser más frágil.
Por último, la alteración de todo el metabolismo provoca además que, tanto la conformación como la composición celular sean irregulares, dando lugar, entre otras cosas, a la aparición de pequeñas manchas y cambios en la pigmentación.
Además, cuando la renovación celular requiere más tiempo, disminuyen la cantidad y calidad de las fibras de colágeno y elastina, lo que se traduce en una disminución de la elasticidad y firmeza de la piel, con lo cual aumentan las arrugas.

Sí… tiene solución

Pero como mencionamos anteriormente, los laboratorios han creado, en los últimos tiempos, una gran cantidad de productos para contrarrestar estos efectos, que actúan principalmente proveyendo a las células diferentes defensas antioxidantes.
Uno de los últimos descubrimientos, es el extracto de abedul blanco, un compuesto natural que fortalece el sistema natural de elasticidad de la piel, manteniendo su colágeno y elastina.
Por otra parte, otro laboratorio ha lanzado al mercado unas cápsulas con compuestos naturales que mejoran la elasticidad y el tono muscular tras un tratamiento que va desde las cuatro a las ocho semanas. Estas cápsulas están compuestas por un nutracéutico que aporta las enzimas antioxidantes perdidas con el paso del tiempo.

También se puede optar por tratamientos integrales anti-edad que actúan durante las 24 horas del día. Estas aplicaciones comienzan con una suave loción para preparar a la piel para los demás productos. Luego, se aplica una crema antienvejecimiento diurna y un tratamiento nutritivo nocturno.



Además, posee una crema gel para aplicar en los bordes de los ojos, un suero específico para toda la piel del cuerpo, una crema hidratante para las manos, y una loción que estimula la exfoliación.


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